Etimología.
Iniciamos con un análisis etimológico de la palabra Biblia que proviene de la palabra griega Biblos (τà βιβλία) que significa “Los Libros” esto es un conjunto, de libros, no uno solo, y por ello, es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y del cristianismo.
Hemos introducido un nuevo concepto, el de “canónicos” sobre el que, seguidamente daremos mayores precisiones.
El término βιβλία es un término plural de la palabra βιβλίον (biblíon) que en singular significa “rollo” o, por la época, “papiro” que eran sinónimos de libro, teniendo en cuenta que los escritos en la antigüedad se hacían en papiros, por lo que el nombre de Biblia es una derivación o corrupción de ese término.
Por la relación con los papiros como material para la escritura es que el nombre de Biblia, proviene de una ciudad denominada Biblios, por ser un importante mercado de papiros de la antigüedad, y así lo señalo Ernest Renan (1.823 – 1.892)
Si bien Biblos es una antigua ciudad griega que fue así llamada por el papiro, en los registros mitológicos surge que su nombre se debe a una ciudad fenicia construida por el Dios Cronos en honor a una mujer, Bublan, hija de Mileto, hijo de Apolo,
Teofrasto, en el siglo IV a.C. en su “Historia de las Plantas” escribe respecto de los rollos de papiro y su uso para la escritura:
“de las fibras del tallo se tejen velas, esteras, … .. y muchas otras cosas. Conocidísimos por los extranjeros son los rollos de papiro”
Biblia, así etimológicamente definida viene a significar un conjunto de libros escritos en rollos o papiros, pero, esa especial denominación fue tomada con exclusividad para los escritos judíos y cristianos, y por su especial consideración de ser la Palabra de Dios, por lo que pasó a utilizarse la expresión τα βιβλία τα ἅγια (ta biblía ta haguia) que significaba: “Los libros sagrados” expresión que fue utilizada por primera vez en 1 Macabeos 12. 9, y en referencia a lo que los judíos llamaban a sus escritos TANAK.
En la versión de la Biblia de Jerusalén, se cita como:
“Nosotros, aunque no tenemos necesidad de esto por tener como consolación los libros santos que están en nuestras manos,”
Si bien se hacia alusión a Libros Sagrados o Las Escrituras (en Hechos 8. 32, y en 2 Timoteo 3. 16,) es recién a partir del siglo IV a través de San Juan Crisóstomo (Juan de Antioquia) (347 - 407) que se inicia el empleo del termino Biblia para referirse a las Sagradas Escrituras y al compendio del Antiguo y Nuevo Testamento.
Como dato de interés lingüístico podemos decir que la palabra Biblia era originariamente en griego lo que se considera un neutro plural, que cambio al pasar su uso al latín como del género femenino, simplemente por su terminación en la vocal “a” por ello es que en nuestro castellano se la llama “La Biblia ”
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